jueves, 22 de octubre de 2009

El Síndrome de Intestino Irritable afecta a cuatro millones de argentinos adultos

El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional crónico y recurrente, que se manifiesta por un conjunto de signos y síntomas, entre los que destacan el dolor o molestia abdominal, hinchazón y alteración del hábito evacuatorio: constipación, diarrea o alternancia, según los casos. Por tal motivo se lo divide en tres subtipos: Síndrome del Intestino Irritable constipado (SII-C), diarreico (SII-D) o alternante (SII-A). Si bien se trata de un trastorno -conocido también, entre otros términos, como colon irritable, que altera significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, muy pocas personas son concientes de la importancia de consultar al médico para tratarlo de manera eficaz.

En la actualidad el tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable (SII) incluye diferentes esferas: modificaciones en el estilo de vida del paciente, lo que implica un adecuado manejo del estrés, modificaciones en los hábitos alimentarios, para disminuir la frecuencia y la severidad de los síntomas y distintos medicamentos para aliviar cada uno de los síntomas.

Por ello, para evitar el uso de múltiples medicamentos, en los últimos años la investigación científica ha dirigido sus esfuerzos a formular nuevos fármacos que permitan tratar de manera integral, los tres síntomas característicos del subtipo constipado.

Afecta al 16% de los argentinos

En la Argentina, casi cuatro millones de personas -el 16% de la población adulta- pueden padecer Síndrome de Intestino Irritable, siendo mayor la frecuencia en mujeres (por cada hombre lo sufren dos mujeres). Si bien el Síndrome del Intestino Irritable puede presentarse en personas de cualquier edad, el cuadro comienza a manifestarse entre los 20 y los 29 años, y alcanza su pico máximo en mujeres entre los 45 y los 55 años. Es la segunda causa de ausentismo laboral en el mundo, solamente superada por el resfrío. En los Estados Unidos y en el Reino Unido, se estima que el SII afecta del 14% al 24% de las mujeres y del 5% al 19% de los hombres en edad adulta En el mundo existen 250 millones de personas que padecen trastornos gastrointestinales funcionales.

Si bien las cifras son difíciles de establecer, se estima que menos de la mitad de las personas que presentan síntomas consultan al médico. De todos modos, las razones más frecuentes de consulta son: el dolor abdominal, el estrés y el temor a padecer una enfermedad grave. Si bien estos factores no son la causa del SII, pueden agravar o desencadenar los síntomas. Asimismo otros factores psicológicos pueden agravarlo o desencadenarlo. Ocasiones tales como los momentos del estudiante antes de un examen o del adulto antes de un evento laboral o social, pueden desencadenar los síntomas. Los eventos preocupantes y estresantes, como la pérdida del trabajo, la pérdida de un familiar, una separación, son circunstancias que pueden producir síntomas intestinales como dolor o cambios de hábitos evacuatorios, aún en personas sanas.

Reacciones y síntomas

Los pacientes con SII reaccionan de una manera exagerada a estos eventos y la exacerbación de sus síntomas es la respuesta a tales circunstancias.

Los síntomas, en general crónicos y recurrentes, se presentan con variaciones según el paciente. Aún en un mismo paciente varían con el paso del tiempo. Además suele haber períodos sin síntomas.

Los más comunes, directamente vinculados al sistema digestivo, son algunos de los siguientes: o Hinchazón o distensión abdominal. Este síntoma, muy frecuente, es en muchas ocasiones el dominante. No suele presentarse al despertar y, en cambio, se desarrolla durante el curso del día. También dolor o molestia abdominal, que siempre se encuentra presente; puede ser de intensidad y localización variables, e intermitente, y rara vez despierta al paciente. En general, el dolor se alivia con la defecación o eliminación de gases.

También están los hábitos intestinales alterados. Se manifiestan por una alteración en el tránsito de la materia fecal en el intestino, rápido en el caso de diarrea y lento en la constipación; algunos pacientes sufren el problema en forma alternada. Se puede tener una sensación de evacuación incompleta. Esta es una característica de Recto Irritable. Se manifiesta por la urgencia por defecar (a menudo por la mañana). Otro síntoma es la presencia de moco en las deposiciones.

Síntomas extradigestivos

El SII presenta asimismo una serie de síntomas extradigestivos, en especial fatiga, dolores musculares, dolores de cabeza y síntomas urinarios (molestias al orinar). La presencia de anemia, sangrado intestinal, perdida de peso o fiebre pueden deberse a otros problemas; por ello ante la presencia de estos síntomas se debe requerir la inmediata intervención del médico.

El SII es un trastorno conocido y descripto por la medicina desde el siglo XIX. Desde entonces, muchos nombres han sido empleados para identificarlo: colon irritable, colon espasmódico, colitis mucosa, colitis mucosa neurogénica, colon inestable, colon nervioso, colon espástico, colitis nerviosa, colitis espástica.

Los disparadores principales del SII pueden ser ciertas comidas y sustancias alimenticias, el estrés y problemas psicológicos como la ansiedad, el pánico, la depresión, o abusos físicos, sexuales o emocionales; determinadas drogas y medicamentos; inflamaciones o infecciones; y determinados estados hormonales, en particular el ciclo menstrual.

Los tratamientos actuales

En la actualidad, el tratamiento del SII se inicia con una adecuada información al paciente sobre su trastorno; indicaciones sobre la necesidad del cambio en el estilo de vida, en particular el manejo del estrés; modificaciones en la dieta, procurando disminuir la frecuencia y la severidad de los síntomas; tratamiento específico para aliviar los síntomas.

En relación a la dieta se recomienda: eliminar o disminuir el consumo de lácteos; evitar la cafeína, alcohol o edulcorantes con sorbitol; ingerir fibra, como cereales de grano entero, fruta y vegetales. Sin embargo una dieta rica en fibras algunas veces puede empeorar los síntomas como la hinchazón. También evitar legumbres como porotos o lentejas (carbohidratos fermentables poco digeribles); consumir las comidas en forma fraccionada o ingerir alimentos con bajo contenido graso; aumentar la ingesta de líquidos (para los casos de constipados); evitar el consumo excesivo de laxantes.

Dados los diferentes síntomas que se conjugan para determinar el Síndrome del Intestino Irritable (SII), los tratamientos farmacológicos que se aplican en la actualidad se dirigen a actuar sobre cada uno de los síntomas predominantes. Así, el paciente recibe:

Para la constipación, fibra en la dieta con abundante líquido, laxantes osmóticos o de volumen.

Para las diarreas, antidiarreicos y fibra.
Para el dolor abdominal, antiespasmódicos o antidepresivos.
Para la distensión, antiflatulentos.

Generalmente estos pacientes deben tomar más de un medicamento. Y es posible que alguno de esos medicamentos tenga efectos no deseados que empeoren algunos de los otros síntomas.

Nuevas perspectivas terapéuticas

Con los avances en el conocimiento de la fisiopatología del SII, existen evidencias que la serotonina (5HT) es un mediador importante de la sensibilidad visceral y de la motilidad intestinal. En el ser humano, el 95 % de la serotonina se encuentra en el tubo digestivo y el 5% en el Sistema Nervioso Central. Los sitios específicos sobre los que actúa la serotonina se denominan receptores 5HT. De éstos, los receptores 5HT3 y 5HT4 son los de mayor relevancia en el tubo digestivo. En los últimos años, diversos grupos de investigación han centrado su atención en la acción de la serotonina sobre los receptores 5HT con el fin de desarrollar nuevas moléculas que, actuando a ese nivel, mejoren los síntomas del SII.

Entre las nuevas moléculas que se han investigado se encuentra tegaserod, que es un agonista parcial de alta selectividad de los receptores 5HT4, probado en estudios clínicos en más de 4500 pacientes. Este nuevo fármaco cuya estructura es similar a la de la serotonina, aumenta la motilidad intestinal y modula la sensibilidad intestinal, mejorando la percepción del dolor. De esta manera, y de acuerdo a los estudios publicados, tegaserod demostró mejorar en forma significativa los síntomas de dolor o molestia abdominal, distensión o hinchazón y constipación en pacientes con Síndrome de Intestino Irritable con predominio de constipación (SII-C).


Fuente: Diario La Capital.

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