martes, 6 de octubre de 2009

¿Cuestión de hábitos? La importancia del desayuno

Desayunar es cuidar nuestra alimentación para proteger nuestra salud, evitando enfermedades y gratificándonos. ¿Qué conviene priorizar para que estemos bien alimentados? ¿Desayunamos todos los días? ¿Por qué no? "porque no tengo hábito", "no me dan ganas", "temprano no paso la comida", "no siento necesidad".

La glucosa que ingerimos, inmediatamente despues de ingresada al organismo, colabora, entre otras cosas, con el buen funcionamiento cerebral. La obtenemos de la sacarosa, más conocida como azúcar de mesa o de la metabolización de los hidratos de carbono que poseen los alimentos.

El cerebro para funcionar necesita de la glucosa como principal nutriente. Y como a esta molécula la requiere rápidamente, no depende de la hormona insulina para ingresar, considerándose, por tanto, NO insulino dependiente.

Los maestros que trabajan por la mañana detectan a menudo que algunos alumnos no se pueden concentrar: esto puede deberse a que no desayunaron.

Podemos probar, en lugar de un desayuno tradicional, con un jugo de frutas con o sin azúcar agregada, (ya que el organismo aprovecha la fructosa de las frutas), mientras nos vestimos, o con un licuado de banana con leche, de durazno con leche, durazno con agua, o simplemente una fruta.

¡Cuidado!, esta recomendación vale no sólo para los escolares, sino también para los hombres, mujeres, y adolescentes de la casa que no desayunan.

De esta manera comenzamos el día con un mínimo de energía necesaria y protegidos para emprender las actividades que desarrollemos.

Es recomendable que se incluya en la lista de las compras frutas y verduras.

Nos referimos a las frutas con las que podamos preparar jugos y/o licuados: Naranjas, pomelos, manzanas, bananas, damasco, durazno, peras y kiwis.

Además las frutas son recomendables "per se", porque vehiculizan nutrientes de gran valor, como la vitamina C, fósforo, potasio, hierro, fructosa y fibra.

Estos nutrientes citados posibilitan:
  • la absorción del hierro, favoreciendo la oxigenación de los órganos,

  • la entrada e intercambio de energía,

  • el equilibrio electrolítico,

  • el buen tránsito intestinal,

  • la protección de las membranas de los tejidos,

  • el incremento de las defensas naturales.
Acostumbrarnos a desayunar, nos ayuda a que lleguemos al almuerzo con el apetito adecuado para disfrutar de la comida, comer con tranquilidad y pausadamente.

Bien, con apenas el cambio de dos hábitos (desayunar y/o comer más frutas) vemos que se obtienen muchísimos beneficios.

Fuente: http://www.nutrar.com/detalle.asp?ID=843

2 comentarios:

  1. Hola Fer! Muy bueno el blog y la nota!
    Prometo intentar comer una o dos frutas por día... con el desayuno no creo que pueda hacer nada... hasta media mañana ni puedo pensar en comer!

    Beso y suerte!
    Mario

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  2. Fer, Excelente las Notas.
    Te felicito.
    El Aleman

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